Principio Biocéntrico

El Principio Biocéntrico formulado por Rolando Toro en 1970, es un paradigma que intenta explicar que todo lo existente en el universo está organizado en función de la vida (“el universo existe porque existe la vida y no a la inversa”), así como antiguamente existieron los paradigmas geocéntrico (la Tierra es el centro del universo), heliocéntrico (el Sol es el principio del universo) y antropocéntrico (el Hombre es el centro de la creación).

Esto significa que la vida es una condición esencial en la génesis del universo. La vida sería, según este abordaje, un proyecto-fuerza que conduce, a través de millones de años, la evolución del cosmos.

La idea de un mundo organizado en función de la vida, ya estuvo presente en los misterios pitagóricos, en el mito de Orfeo,  en Heráclito, en las cosmogonías caldeo-asirias, orientales, egipcias, en las chamánicas del altiplano sudamericano (Bolivia, Perú, Chile), de México y Estados Unidos, y en pueblos primitivos de Australia y África.

En el Principio Biocéntrico, la vida es el centro, ya sea la vida vegetal, animal, el planeta tierra como Gaia – organismo viviente – y el Universo como ser vivo. De esta manera se abre la posibilidad real de integración entre el ser humano y el cosmos.

Intentamos sintonizarnos con la información de la vida, desde el cosmos hasta la célula, organizada diferentemente para cada especie. Podemos decir entonces que el Principio Biocéntrico surge, por lo tanto, de una propuesta anterior a la cultura.

A partir de esta visión, es decir el respeto a la vida como centro y punto de partida de todas las disciplinas y comportamientos humanos, Rolando Toro re-establece la noción de “sacralidad de la vida”.

La desconexión de los hombres de la matriz cósmica de la vida ha generado a través de  la historia, formas culturales destructivas. Las disociaciones cuerpo-alma y hombre-naturaleza han conducido a la profunda crisis en que vivimos. Cuando tomamos conciencia de lo que significa “el milagro de la vida” que nos anima, se nos revela un sentido absoluto de valorización de la existencia.

La propuesta del Principio Biocéntrico de situar “la vida al centro” de todas las actividades humanas, en particular en las ciencias como Educación, Psicoterapia, Economía y Jurisprudencia, es quizás el abordaje más apropiado para pensar en la educación en un contexto de totalidad, ya que  protege la vida y permite su evolución.

La teoría de la Biodanza se estructura a partir del Principio Biocéntrico.